Equipo de redacción The b Blog
La esperanza de vida en los países de la OCDE ha pasado de 75 años (1990) a 80 años (2012) gracias a la innovación en medicamentos que tratan enfermedades graves que eran mortales hasta hace poco (cáncer, VIH, malaria...) y otros que mejoran considerablemente la calidad de vida de patologías crónicas de alta prevalencia como la diabetes o la artrosis
Gran parte de esta innovación va de la mano de la biotecnología y la implementación de las tecnologías ómicas, la farmacogenómica o la bioinformática. Las áreas en las cuales se prevé que esta innovación tenga un mayor impacto hacia el año 2020 son el diagnóstico de enfermedades, el desarrollo de nuevas terapias y la medicina regenerativa, según estudios de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT) y del Observatorio de Prospectiva Tecnológica Industrial (OPTI). Las ventas de medicamentos biotecnológicos se estimaron en 289 mil millones de dólares en 2014 y se prevé que crezcan hasta 445 mil millones de dólares en 2019, según datos de la consultora Deloitte.
Estas son tres de las grandes tendencias mundiales de la biotecnología actualmente, aunque no podemos obviar las tecnologías transversales como la bioinformática y el Big Data, indispensables para la gestión del gran volumen de datos biológicos que se generan y que nos están permitiendo avanzar exponencialmente en la investigación de enfermedades con necesidades médicas no cubiertas. Y estamos seguros que podremos ampliar este debate en la principal convención de la industria biotecnológica, la BIO International Convention del 19 al 22 de junio de 2017 en San Diego (Estados Unidos). De momento el programa promete con conferencias como A World Without Disease: Can We Get There? (Luke Timmerman, fundador de Timmerman Report); Going Digital: What Biopharmas Need to Do to Transform the Value Chain (Todd Skrinar, Life Sciences Advisory Partner de EY) o Path from Big Data to Precision Medicine (Atul Butte, director de UCSF Institute for Computational Health Sciences).